
Una mártir que se convirtió en un ícono
Santa Cecilia fue una noble romana que, por abrigar la fe cristiana, fue perseguida.
Cecilia de Roma, conocida como santa Cecilia (en latín Sancta Caecilia), fue una noble romana, convertida al cristianismo, que -según la tradición- fue martirizada por su fe entre el año 180 y 230. La Iglesia Católica y la Ortodoxa conmemoran su muerte el 22 de noviembre.Sus atributos son el órgano, el laúd y las rosas. En honor a ella, un importante movimiento de renovación de la música sacra católica de finales del siglo XIX recibió el nombre de cecilianismo.La historia de Santa Cecilia está llena de significados simbólicos; comenzando por su joven promesa de castidad, siguiendo por su sacrificio y más tarde, por su entregado martirio en virtud de la fé católica en una época en la cual el cristianismo aún era perseguido. Sin embargo, del conjunto de relatos que conforman su historia, la única alusión que se encuentra referente a la música es la escena durante su propio matrimonio. Mientras los invitados se divertían y los músicos tocaban, ella se recogió en un rincón para cantarle a Dios pidiéndole ayuda por verse forzada a aceptar el matrimonio impuesto por su padre. Pero fue recién a finales de la Edad Media que empezó a representarse a la santa tocando el órgano y cantando.Una leyenda cuenta que cuando Cecilia fue arrestada, las autoridades romanas le exigieron que renunciara a la religión de Cristo. Pero ella declaró que prefería la muerte antes que renegar de Dios. Entonces fue llevada a un horno para tratar de sofocarla con los gases. Pero en vez de asfixiarse ella cantaba gozosa. Visto que con este martirio no podían acabar con ella, las autoridades mandaron a que le cortaran la cabeza. La santa, antes de morir le pidió al Papa Urbano que convirtiera su hermosa casa en un templo para orar. Antes de morir, había repartido todos sus bienes entre los pobres.
No hay comentarios:
Publicar un comentario